jueves, septiembre 30, 2010
Mini Vacaciones
domingo, septiembre 12, 2010
Alrededor de la Boda de Mari Carmen y Javi
Ayer fue la boda de Mari Carmen. Algo intermedio entre una boda familiar y una boda de amigos. A ella le conozco desde que nací y a él desde … el primer día de su noviazgo, q me los crucé por la calle en la noche de reyes y resulta que ese día fue el comienzo de 6 años de novios culminados ayer en una boda en la Basílica de la Virgen de los Desamparados (donde yo “tomé mi primera comunión”).
La familia se debate entre la alegría por el matrimonio y la tristeza por perder a la mayor de las dos hijas del nidito familiar. Son una familia muy unida y están muy sensibles estos días, también por la ausencia del abuelo, que falleció el año pasado y prácticamente había criado a las nietas junto a la abuela mientras trabajaban los padres.
El preboda ha estado chulo, hace 15 días le hicimos la despedida de soltera, comenzando a medidodia en plan sorpresa sus amigas más intimas, hermana, madre, abuela, mi madre, tia, prima y yo, en total 10. Lloros y risas. La Pantoja, el látigo “¡Javi, zas!”, un linda foca… Luego a la sesión de tuppersex se unieron unas cuantas más, más risas, y después a vestirnos y vestirla… nosotras nos convertimos en técnicas en radiología sexológico muy bien tunneadas con nuestras jeringuillas-pilila y pañuelos de nuestra especialidad. La novia se convirtió en una Minnie-Novia (se dedicó mucho tiempo en laboratorios a las ratitas xD) muy guapa. Tras la cena sacaron la tarta que habíamos hecho su hermana y yo con un molde alargado, un par de madalenas y una capa de imaginación. Ahí acabó mi despedida pq no estaba en mis mejores momentos (ya os explicaré, o no, mi verano).
Este viernes no, el anterior, fuimos unos cuantos amigos a la casa familiar a un “piscolabis” y la sorpresa fue cuando aparecieron de repente la tuna, ¡ahí en el piso! Sorpresón para la novia y los invitados, lo pasamos genial, nos sacaron a bailar a algunas, nos reimos mucho y cantamos y tarareamos todas las canciones. En la comunión de Mari Carmen tb fue la tuna, ¡vaya recuerdo! De nuevo lágrimas y risas con el recuerdo muy vivo del que no está ya presente.
Esta semana, el jueves Arancha y yo fuimos a hacerle la cama a su nueva casa a la pareja, pq resulta que da mala suerte que la novia se haga la cama para la noche de bodas, o algo así (vosotros lo sabíais? Pues yo tampoco xD). Le pusimos flores, bombones, unas copas y champín (no les gusta el cava jaja). Y el viernes fui al piso familiar una vez más a ver el vestido y todos los complementos, que estaban expuestos para las visitas en un maniquí.
Y llegamos a ayer. Empezamos el día prontito, peluquería luego a que me pintase mi prima, a vestirme deprisa y corriendo y a las 10:30 bajo casa de la novia a verle salir del patio. A destacar lo guapo que iba mi hermano pequeño vestido de boda y con corbata de esas finas modernas. Yo tampoco estaba mal ¿eh? Jaja…
Los nervios atenazaban a la familia, la novia lucía guapa, la más tranquila de todos. A la abuela nos la llevamos en el coche nosotros y se le escapaban las lagrimas antes de ver casar a la nieta. La Plaza de la Virgen tan viva como cualquier sábado con el plus del buen tiempo y el novio esperando nervioso, él que es tan templado. El momento llegó, el novio y la madrina entraron, llegó el coche de la novia y rapidito rapidito pasaron padrino y novia basilica adentro. Donde encontramos sitio nos sentamos, y es que ahí la mitad seríamos invitados y la otra mitad turistas y fieles habituales. La misa, a pesar de ser rápida fue bonita, el cura parecía un barítono y yo buscando a mi padre que por los avatares del destino tenía en su poder la bolsa del arroz, y mi padre es alérgico a las iglesias. Todo solucionado a tiempo. Se dieron el “siquiero” aunque no con esa fórmula y Mari Carmen ya era señora. Arroz, besos y felicitaciones.
Y al salón de bodas que nos dirigimos, mi bro y yo con mi prima-estilista y su novio, ya presentado en sociedad por lo alto (creo que con buena nota). En la mesa una vez más abrumada por el honor de que me pongan en la mesa de justo delante de los novios, sentada junto a la hermana y las mejores amigas. Junto con sus parejas y una amiga de la hermana, brasileña tb soltera, que ya conocí en el piscolabis tunero. No se como explicaros que me sentía indigna de ese puesto sin que penséis que me menoscabo. Pero es obvio que aunque conozca a la novia desde que nací (como dice en un mail que nos ha enviado la novia hoy “Si mi madre me llevó al hospital a verte cuando naciste jejej ¿te acuerdas? pues yo tampoco”) sus otras dos amigas son las que están ahí cuando necesita algo o tiene algo que contar, y lo mismo digo por mi parte, cuando algo me sucede no voy a ellas a contárselo. Asi que “prima” como me dicen, aunque lejana. La emoción era igual de grande, eso si.
Les hicimos un arco antes de llegar a la mesa presidencial con largas ramas de gladiolos blancos. Otras sorpresas fueron los novios-ninots caracterizados que su hermana había encargado desde antes de fallas ¡perfectos! O el baile de los novios que comenzó como un clásico vals para romperse a mitad canción en la BSO de Grease, el YMCA de los Village People y la canción de los Pajaritos, todo con sus coreografías correspondientes. Muy gracioso.
Un par de horas de baile en el salón (mi familia me abandonó y quedé a mi suerte y a la merced de las amigas y parejas de la novia). De ahí bajamos a la discoteca hasta que nos echaron y de ahí aun tuvimos fuerzas para irnos, “Gran CD” mediante a tomar una horchata granizada a Alboraya. Los pies destrozados, las gargantas agotadas de tantos viva los novios y ¡que se besen! Pero finalmente nos despedimos los últimos de Filipinas de los novios y “Gran CD” mediante de nuevo llegamos a casa (el Gran CD era de cabeceras de dibujitos y series de cuando eramos pequeños jaja)
Me esforcé, y quería de verdad, exteriorizar la felicidad que sabía tenía por dentro por ellos, pero tengo algún chip estropeado por dentro y no…