Ansiedad (Egoista)

Las palabras se agolpan en mi cabeza; palabras que quisiera decirte y se que no puedo, que no debo.

No deja de golpearme estos días la palabra egoísmo; ¿estaré siendo yo esta vez “el perro del hortelano”? Me da esa horrible sensación. O algo muy parecido: no te dejo comerme pero quiero que sigas intentándolo; porque te añoro, a ti, a tus palabras, tu conversación inteligente y divertida, pícara al tiempo que poco atrevida, nuestros dobles sentidos y nuestras cejas alzadas, tu paciencia y madurez y a esa sensación que me invadía cuando hablábamos.

Me hacías/haces valorarme, porque me valorabas/valoras.

Pretendo desengancharme de ti y a la vez espero ansiosa cualquier mensaje, alguna referencia velada, unas palabras directas. Y no sé como frenar mi ansiedad de no ser yo quien se dirija a ti con cualquier excusa.

En mi ataque fantasioso (y egoísta, esta palabra que reine en el texto) a veces deseo que luches. Egoísta, egoísta, sabiendo que es una lucha quizá ya perdida.

Ese "quizá" me mata. ¿Pero como puedo ser tan enrevesada?

Debería pensar más en ti y en tu bien que en mi misma.

Quizá es solo que quiero sentirme querida.