Me ha venido a la mente este titulo cuando me disponía a pasar fugazmente por el blog para cumplir la promesa que hice no recuerdo a quien de dar señales de vida antes de que acabara el 2012.
Y aquí estoy, ya arreglada para irme a celebrar la última noche del año a casa de Moni y Sam, deseando a cualquiera que todavía pase por aquí (¡o pase por vez primera!) un 2013 mejor.
No me quejo especialmente de 2012, ha tenido cosas buenas y la ausencia de cosas muy malas y mi mala memoria selectiva hacen que no me vea capaz de haceros un balance equilibrado de éstos últimos meses... A ver si dentro de 1 año tengo un post extenso lleno de buenas sensaciones, buenos momentos y muchas sonrisas que escribir.
Os deseo felicidad :)
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