Ayer fui con Ampa por primera vez a mi casa, siendo mía, y abriendo yo con mis llaves, he aquí nuestros pies pisando por primera vez el suelo de mi casa (aún pensando si pongo parqué o simplemente pulo este suelo)
En el comedor encontré una plantita y una tarjeta deseándome "muchísima felicidad hoy, mañana y siempre ¡Feliz Vida!". No lo pude evitar y rompí a llorar... Cuantos sentimientos bonitos me ha transmitido la hija de la dueña, quien estoy segura que escribió la postal, en esas letras y en las pocas palabras que pudimos intercambiar en la firma de la compra justo antes de que el chico de la inmobiliaria me cogiera y sacara de la sala para explicarme los temas de luz, agua y tal... La mujer me dijo que esperaba que fuera tan feliz como habían sido ellos, que en esa casa había nacido una familia y seguro que yo era tan afortunada como ellos entre esas paredes. Ojalá sean palabras premonitorias...