Hace mucho tiempo que no escribo, lo se, pero al final sólo me debo explicaciones a mi misma, así que no intentaré justificarme.
Lo último que escribí en el blog fue justo antes de irme (por primera vez) a Bilbao en diciembre de 2015, desde entonces he ido dos veces más y él ha venido 2 ó 3 más, además de vernos en mayo del año pasado en Barcelona. Es una relación muy intensa, sin nombre, pero relación sin duda. No somos novios no, pero lo que sentimos el uno por el otro es de una intensidad dificil de explicar. Por ejemplo en diciembre del año pasado estuvimos todo el mes sin hablarnos... Con él he aprendido a discutir, con él he pasado buenísimos y malísimos momentos, asi que sin duda merece unas lineas en esta vuelta puntual al blog.
No ha sido el único "él" de mi vida en este tiempo; he vivido/vivo/viviré cosas muy bonitas, muy intensas, muy inesperadas al tiempo que, quizá, deseadas con alguien muy especial para mi. Alguien que marca.
Pero el motivo de mi vuelta, además de limpiar el desaguisado que se había montado en este blog (a eso se debe esta nueva imagen) es dejar apuntado para la posteridad que mañana firmo la compra e hipoteca de un piso. Todo el mundo ya me ha preguntado muchas veces que si estoy loca, si alguien pasa por aquí: puede ahorrárselo. La idea es reformar la cocina, poner parqué/tarima y pintar las puertas de blanco. Si me llega, que aun tengo que pedir presupuesto... Y nada, calculo yo que para septiembre ya estaré viviendo alli; de vuelta en el barrio, de vuelta a ir andando al trabajo y de vuelta a tener vida de barrio cuando quiera sin tener que desplazarme... Todo un cambio.
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