Una Luz y Muchas Sombras

Me hubiera gustado mucho poder dedicar hoy un largo post al conciertazo de anoche de Alejandro en Gandía, llegamos justitas de tiempo pero llegamos, le vimos muy a lo lejos pero le vimos y nos contagió su magia como solo en los directos nos la puede contagiar...

Alejandro estuvo chisposo, "Bueno, ¿que?", muy cercano, sigue siendo él, el que nos enamoró desde el primer CD (con ese nombre jaja) pero más mayor (ya no era "tio buenoooooo", era "ays, que mono...") y más artistazo. Habló más y más de tú a tú en el concierto de lo que nunca le había escuchado en ningún otro. Estabamos en confianza, entre amigos. Aún no hacen 24 horas y cuanto te echo de menos ya...

Bueno pues ese era mi deseo, escribir un laaaargo post sobre el concierto de ayer... Pero han habido sombras que me empañan el subidón post-concierto. Mejor lo cuento en breve:

1) Ayer mi coche nos dió un susto de muerte por la carretera y se puso a pitar a lo loco durante muchos kilometros. Al final la pericia como ladrona de mi amiga la divina Marina (a partir de ahora la chunga del grupo, de lado queda que sea una pija banquera) arrancando mi radio del sitio hizo que llegaramos a Gandía sin volvernos locas y sin quedarnos sin batería. Os juro que el poltergeis que vivimos cuando la radio se encendía a toda virolla SIN el contacto puesto no se nos olvida en la vida. Espero que la garantía del coche me lo cubra, el sábado lo llevare a la casa, a ver si me miran eso, una luz del frontal y de paso que me han arrancado medio parachoques!!

2) Lo que me ha tenido amargada media tarde y aun me tiene así es que mi anillo, que fue el último regalo que mi hizo mi yayo Vicente antes de que le diera la embolia que tiempo despues se lo llevó... bueno pues me he quedado sin él. PAra salir al almacen en mi trabajo me tengo que quitar anillos, pendientes etc, me los dejo en el bolsillo de la bata hasta que me voy a casa que me lo vuelvo a poner. A la hora del almuerzo me he quitado la bata para salir a leer fuera. A esa misma hora del almuerzo han venido a por las batas sucias y a dejarnos las limpias y la chica de la limpieza (con quien he ido un par de veces a la playa estas dos ultimas semanas) se ha llevado sin mirar los bolsillos la mía. Por la tarde cuando he sido consciente de que no tenía en los bolsillos las cosas he empezado a remover cielo con tierra, he llamado a la lavandería, las batas estaban ya en la lavadora, la han parado, lo han sacado todo y hasta han desmontado el filtro (por lo que me ha dicho el señor) y nada... mi anillo no ha aparecido :( Si os digo que me he quedado destrozada no lo podeis entender. No es ni siquiera igual a si una de mis compañeras hubiera perdido la alianza, despues d todo sus maridos siguen vivos y aun podrían comprarse otra juntos... La chica de la limpieza se siente muy culpable y se ha disculpado varias veces, me ha dado un par d abrazos. No le culpo... pero no puedo devolverle esos abrazos con fuerza y cuando le digo "No pasa nada" no lo siento de verdad.