No tengo nada escrito del último día asi que me toca tirar de memoria casi un mes después para contaron que invertimos el último día del viaje en pasarlo en Cagliari, capital de la isla además de la ciudad más cercana a nuestro hotel (quitando, obviamente, la propia Quartu Sant'Elena, donde se supone que estaba enclavado el susodicho).
Como ya teníamos las maletas listas, después de desayunar por ultima vez en el buffet libre nos aprovechamos de una vez por todas de la piscina del Hotel Califfo, bajamos justo cuando la daban por abierta y fui la única de la poca gente que nos juntamos ahí que disfruté de un baño en ella, mientras los demás se tostaban al sol con las curiosas tumbonas sardas que tienen unas especie de bandejas-toldo moviles con los que puedes taparte la cara.
Conduje ese día yo por aquello de que no se comiese toooodos los kilometros Fany aunque como ya creo haberos dicho ella haría en total unos 1300 y yo unos 300 en esos días.
Andar lo que se dice andar andamos lo indecible y lo incontable, desde donde aparcamos al frente del puerto, hacia el centro, hacia arriba, hacia abajo... En el frente del puerto tenía taaaaanto calor que quise tomarme uno de esos granizados verdes que llevaba todo el viaje viendo en todas partes... imaginaos beberos granizado el colutorio de despues de lavaros los dientes y tendreis el resultado. Como supondreis no llegué a tomarme ni una cuarta parte. Pero era verde fosfi. Muy mono.
Otras cosas que vimos, la catedral, la torre de San Pancracio, del Elefante, restos romanos, los estudios en Cerdeña de la RAI jaja, mmm no se, ver vimos mucho pq andamos MUCHO. Y por lo demás coche arriba, coche abajo para cambiar el aparcamiento y no alejarnos tanto de él como en la primer incursión del día. Postales, dulces para mis sobris y la cena (muy barata en una terraza muy italiana en la esquina de unas callezuelas) muy barata y nos quedamos sin dinero ni fuerzas. Fijaos que nuestro único recuerdo que nos trajimos de Cerdeña fue una pulserita de hilos finos cada una que ¡nos regaló un negrito en un semáforo! recordaremos toda la vida a nuestro amigo Mayor, de Senegal...
Pasadas las 11 de la noche llegamos al aeropuerto (ahi ya conducía Fany de nuevo), y nos quedamos dentro del coche unas horas (incidente con mi salud por medio), medio dormitando medio muriendo y sobre las 3 o las 4, ya no recuerdo dejamos las llaves del coche a un guarda del parking (a esas horas estaba cerrado el rent a park, claro) y nos metimos a pesar nuestras maletas, rehacerlas y cuando pudimos ... al avión ¡estabamos reventadas! A las 8:00 o así mi papi a recogerme al aeropuerto de Manises, la madre y hermano de Fany idem y... ¡a dormir lo que pudimos a casa!
5 comentarios:
Peeeeerraaaaaas!!! Que no me llevasteis en la maleta como habiamos acordado!! :p
Cerdeña es un destino de contrastes con rincones muy bellos.
Es cuestión de dejarse llevar...
Las noches en Porto Cervo son mágicas!
Besos.
Pete Vicetown
Uyss,esos vuelos a horas intempestivas te dejan para el arrastre!jajaja.Un beso
Con la envidia que me estaba dando todo el viaje y te has puesto a hablar de andar y andar... y se me ha quitado toda!! jajajaa!!!
Qué penilla que al final te pusieras pachucha pero, afortunadamente, fue al final, no?? :D
Un besitooo
Gracias por la visita :)
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