Ayer por la mañana a primera hora fui a que me extrajesen sangre para unos análisis, y como no quería llegar demasiado tarde al trabajo me lleve el coche. Efectivamente a las 9 estaba ya en el curro y el coche aparcadito, bien no dentro ni enfrente, si muy cerca, digamos que a minuto y medio andando. Pues bien, a mediodía me fui andando a casa, y hasta que no pasó un rato no caí en la cuenta de que me había dejado el coche triste y solo en el polígono industrial donde trabajo.
La parte bueno fue que por la tarde al salir llegué antes a casa y pude coger rápidamente la bolsa del gimnasio, que ya tenía preparada en la puerta de casa, dejando el bolso en el mueble de la entrada. Pues bien, ahí dentro me dejé tb la funda de las gafas... y las gafas en mi cara. Y así me fui al gimnasio. Malabarismos tuve q hacer para no cargarmelas, no se si fue al desvestirme al llegar o al vestirme al irme, con las gafas puestas ¡claro que si, que hay prima!, dejandolas encima de la bolsa dentro de la taquilla a la hora de hacer deporte o cuando me duchaba, y en el banquito mientras ponía en orden la bolsa de deporte. Un desastre.
Por supuesto cuando llegué a casa a la hora de cenar me las quité... Pues ahí se han quedado las gafas hasta este mediodía. Toda la mañana en el trabajo sin ellas, mis buenas 6 horas matutinas cara el ordenador. Pues menos mal que ya son más de dos meses con ellas.
3 comentarios:
Que no, mujer, no eres un desastre, tenías un día "un poco torcido" nada más..
Un abrazo
Mare...yo es que si me dejo las gafas en casa no puedo ni trabajar porque soy un topillo,jajaja,ya me pasó una vez y me tiré toda la mañana haciendo cajas para no ponerme con el ordenador.Juaa.Unbeso
Esos despistes te pasan porque no estás concentrada!!!
Yo soy también muy dada a que me pasen cosas así, a veces llevas tantas cosas en la cabeza que alguna se tiene que pasar aunque sea como lo del coche :O
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